Luego de Lascán (Conchán), continuamos el viaje con el Colegio “Sigma” a Tacabamba, y, naturalmente, hasta la catarata El Cóndac, disfrutándola a plenitud con el esplendor de la mañana. Debido a los trabajos en la carretera de Solugán (que pronto será bicapa), la caminata la realizamos mejor como en antaño, es decir siguiendo el camino del cañón del río Tacabamba, que directo nos profundiza en la belleza y magnificencia de la caída de agua, donde el mítico líder de los Yunkas: Kúndak -al decir de Augusto Bocanegra Gálvez-, decidió ocultar para siempre su Coriquero o Perol de oro.