LA REPRESIÓN
Como ya anotamos, Zavala y la tropa gobiernista hizo su ingreso a la ciudad de Chota el día 29 de noviembre; su política fue la represión brutal contra toda la población y en particular contra ellos que había participado en el movimiento rebelde. Ocuparon el colegio nacional San Juan, al cual lo convirtieron en cuartel. Los alumnos en el mes de diciembre tuvieron que dar examen en la casa de la alumna Esther Bernasconi. De igual manera ocuparon la casa de la señora Emelia Osores en la plaza de armas (donde ahora está el cine teatro Chota).
En aquella época en que no exitísa Amnesty International ni comité de Derechos Humanos, Zavala, jefe político y militar de Chota, se convirtió en amo y señor de bienes y vidas.
Sus tropas saquearon casas comerciales entre ellas de Eleodoro Benel. Además la tropa podía entrar a las casas comerciales, pedir mercaderías y licor y no pagar. Quitaban sus caballos a los campesinos sin que éstos ni siquiera podían protestar. Aparte de otros delitos.
Hizo fusilar a gente inerme como el viejo Carmen Anaya, apodado el Venado, quien fue a ofrecerle sus servicios, cuando antes había hecho lo mismo con otros rebeldes. En esa época hubieron michos desaparecidos. Sobre todo hombres de campo. Precisamente, cuentan que en el patio de la casa de la señora Emelina Osores, tomado como cuartel, cuando fue dejado, encontraron una fosa común con cadáveres y huesos.
Los cabecillas estudiantiles como Antonio Sánchez Bustamante fueron duramente perseguidos y buscados, otros como Oscar Novoa salvaron del fusilamiento por algún tipo de influencia.
El comandante Raúl Zavala fue trasladado a Lima y luego enviado a Francia donde murió. Lo reemplazó en el cargo el coronel Valdeiglesias.
Es necesario anotar que la represión duró todo el gobierno de Leguía, hasta que fue derrocado en el año 1930.