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LA ETAPA FINAL: SILUGÁN Y SEDAMAYO

En la zona de Chota no solamente operaba Benel, sino que según manifiesta el general Rómulo Merino Arana, en su libro Historia Polocial del Perú, su página Nº 166 (1) existían las sgtes. Bandas armadas:

“En Sedamayo y Silugán actuaba Eleodoro Benel, el más temido de la región; en Lajas, los Villalobos; en Pallac y Camsa, los Vásquez y Misael Vargas; en Santa Cruz, los Soberón; en Callayuc Fermín Arrascue; en Querocotillo, los Castañeda; en la hacienda Jerez (Celendín) los Alfaro y los Marchena; en Tacabamba, los Mejía; en Yerbabuena (Callayuc), los Barón; en la Samana, Anselmo Díaz; y en fin, cada lugar había una banda grande o pequeña ”. Todos recibían la misma denominación y el mismo trato. Aunque en el fondo las fuerzas del orden no sabían quién es quién; es decir quiénes eran bandoleros en es estricto sentido de la palabra o quiénes eran bandoleros políticos. Ya que el mismo general Merino Arana dice en la pag. 179 de su mencionado libro que Benel fue un bandolero político.

Así, Benel, era para el gobierno un objetivo –con el que se debía acabar por el peligro político que significaba: un foco de resistencia que podía expandirse. Era un paladín y un ejemplo para el resto de bandoleros de la zona, y era un reto para las fuerza gubernamentales que hasta entonces no podían con él.

El coronel Valdeiglesias que vino de Chiclayo con 145 hombres, lo perseguía: sus fuerzas habían chocado con las de Benel en más de una oportunidad sin ningún éxito.

Por eso es enviada desde Lima la segunda compañía de la Guardia Civil (recientemente creada) y un escuadrón al mando del coronel Antenor Herrera, teniendo como subjefe al capitán Emilio Vega.

Salen el 04 de Enero de 1927 con destino a Eten – Chiclayo. De esta ciudad se dirigió con 70 hombres de caballería por la ruta de El Izco – Llama, llegando a Chota el 12 de febrero. Otra parte de la compañía partió por la ruta de Carhuaquero Santa Cruz al mando del mayor Emilio Vega (El grueso de las tropas dice Merino Arana). Llegando a Chota el 22 de febrero contaba con 260 hombres de tropa aparte de los oficiales. Contaban con fusiles y ametralladoras modernas.

De Chota se trasladan a Cutervo, el 20 de junio de 1927, desde donde trazan un plan de operaciones para acabar con Benel.

El plan se cumple con éxito y capturan a bandoleros rebeldes, a quienes fusilan en el acto y sin ningún trámite ni juicio. Así cayeron los hermanos Vásquez de El Lanche; Epifanio Arrascue en Callayuc, los Barón en Yerbabuena y Queromarca; etc. Para capturar a Benel fue necesario movilizar a las dos fuerzas. Las regulares del ejército y las de la Guardia Civil. Según el general merino arana en el libro ya comentado el coronel Valdeiglesias (Ejército) contaba con 365 hombres y Herrera (G.C) tenía más de 300 hombres. Según Juan D. Vigil cada fuerza tenía más de mil efectivos. En cualquier caso: ¿Tantos efectivos para reducir a un hombre?

Y la muerte le llega a don Eleodoro Benel el 27 de noviembre de 1927, en el lugar denominado El Arenal, (hacienda Silugán, distrito de Callayuc) a donde se había refugiado, estableciendo su último reducto entre bosques y cuevas.

Según Merino Arana, deneral G.C. , antibenelista, fue el tiro de un efectivo civil el que le cegó la vida. Según Juan D. Vigil decidido benelista, Benel se suicidó antes de caer prisionero. Así también lo atestigua Lucila Benel, que estuvo hasta el último minuto al lado de su padre, en una carta publicada en el diario El Comercio de Lima, el 24 de setiembre de 1963, en respuesta a otro artículo publicado en el mismo diario el 10 del mismo mes, sobre Benel y el bandolerismo. En Chota, desde liño,siempre escuché se suicidó. Particularmente creo que fue suicidio por los sgtes. motivos:

1. Benel sentía un profundo odio por “Los Cachacaos” quienes devolvían los mismos sentimientos.

2. Benel sabía que le había llegado la hora, que una bala acabaría con él en lucha o en prisión. Todo prisionero era fusilado en el acto. No había alternativa.

3. Su temperamento, su valentía, su orgullo no le permitía darle ese gusto a “los cachacaos”.

Con su muerte dice Merino Arana, “terminó este legendario personaje de 67 años, enjuto, con su barba y cabellos ampliamente crecidos por el tiempo, la camisa de mísero tocuyo y el pantalón de loneta, sucios y rotosos, los pies descalzos y la salud a medias” “Cerca de un año vivió acosado por la formidable fuerza que no podía tocar fajina, sin antes haber sentado el acta de muerte”.

 

Eleodoro Benel fallecido, a su alrededor el ejército
Noviembre, 1929

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