CHOTA BELLEZA Y COLORIDO
Carlos Alberto Vigil Vásquez
Pintores y cantores le han dedicado sus mejores trabajos a la belleza de Chota, traducida en una multiplicidad de aspectos: valles y laderas cubiertas de verdor, cielo azul, quebradas cantarinas, tardes teñidas de rojo crepuscular, encantadores caseríos cuyos techos destellan plateados rayos en las noches de luna.
Pero aquello que tal vez emociona a propios y extraños, es la belleza y colorido de su folklore.
Aunque pueda parecer una irreverencia. No es la historia la que mejor resume nuestra identidad nacional sino el folklore. La historia es la narración de hechos pasados.
El folklore es el conjunto de hechos que perviven y responden a necesidades, sentimientos y satisfacciones morales y materiales; que pertenecen a la realidad y forman parte de la existencia del grupo o individuo. El Folklore es vida.
Una muestra de esa ancestral vitalidad en Chota es, por ejemplo, la celebración de Sanjuanpampa. Este hermoso espectáculo ha tenido en el tiempo diversos escenarios y variada coreografía. Hoy tiene lugar en el hermoso Corepuquio (manantial dorado) a la vera del río Chotano.
Sanjuanpampa es una mezcla de cristianismo y paganismo -ese ancestral paganismo de la raza indiana- pero no por eso deja de ser una auténtica muestra de religiosidad. La celebración se efectúa en el mes de junio en honor a San Juan Bautista teniendo al campesino como protagonista.
Una multitudinaria procesión se inicia en la plaza de armas, con dirección al paraje de Corepuquio. Allá van precediendo la imagen del patrono los incansables maichilejos, enmascarados danzarines que con vistosos atuendos ejecutan acrobáticos movimientos, al son de la melodía que fluye de una quena y el incesante cascabeleo de los maichiles atados a los tobillos.
Entre ellos, pretendiendo romper la armonía, fomentando la indisciplina pero también la jocosidad, va el pintoresco cuco, uno de los temibles demonios andinos.
Detrás van los devotos con el mayordomo a la cabeza, portando las andas del santo Patrono. Luego va la interminable muchedumbre, cual río humano con presencia de bandas típicas en bullicioso concierto, alegres danzarínes, hermosas jóvenes campesinas a caballo y engalanadas para participar en el certamen La Flor de Chot, delegaciones de las rondas campesinas a caballo de todas las comunidades, los turistas y el público deseoso de tomar parte en este tradicional festejo.
Como todo hecho folklórico se nutre de las innovaciones, esta celebración chotana se enriquece con el certamen de belleza campesina. El título de La Flor de Chot no solamente honra la gracia y donosura, sino también la personalidad e identidad cultural de la mujer de esta tierra de Acunta.
La gastronomía también tiene su lugar con un sensacional concurso y exhibición-venta de platos típicos, que hacen la delicia de los más exigentes paladares.
A todo esto se suma la alegría de las bandas típicas, la belleza exhibición de caballos de paso, demostraciones taurinas a cargo de diestros campesinos y uno que otro arriesgado espontáneo. Folklore, devoción, belleza y alegría… el resto lo pone el público asistente.
Por supuesto, hay mucho más que admirar en Chota y el turismo tiene muy buenas razones para incorporar a esta provincia en los paquetes que se ofrecen al turismo interno y receptivo.
Lamentablemente, y es oportuno decirlo, el turismo, que bien podría inyectar un significativo aporte a la economía de la Sub Región III por su notable efecto multiplicador, encuentra una gran dificultad para su explotación por la carencia de adecuada infraestructura y pésimo estado de la carretera Chiclayo-Chota, principalmente, y servicios específicos.
Chota tiene que colocar en el mercado turístico una ingente riqueza arqueológica, histórica, paisajista y folklórica. Chota es belleza y colorido.
Inmediaciones Rio San Mateo
Iraca
Fiesta Sanjuanpampa-Chota
Maichilejos
Reinas Campesinas en Sanjuanpampa