Cierta noche, conversaba en un cafetín con tres viejos compañeros del colegio. Uno de ellos se había Doctorado en Filosofía, el otro era Master en Química y el tercero, en el mejor de los términos, continuaba “indeciso”. El primero nos ilustró sobre el eterno movimiento de la materia y la razón fundamental del hombre, el segundo sobre los caprichos y lo inexorable de las leyes naturales, así nos explicaba que al combinar dos gases como el hidrógeno y el oxígeno salía un líquido como es el agua; en ese instante intervino el indeciso preguntando ¿que salía si combinaba un gas con líquido?, nos miramos pensativos, se desgració el silencio y nosotros a la calle salimos corriendo.
Chota, 24 de febrero de 2009
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