El fondo o pollerón de mi chotana
no es de algodón sino de lana
de aquella que saca de sus wishas
dos veces al año y siempre en luna nueva.
El fondo o pollerón de mi chotana
fue tejido con cánticos y dianas
candorosas manos lo besaban
mientras la hebra avanzaba en el tramero
en un concierto de putics y de hillauas.
El fondo o pollerón de mi pastora
fue tejido con rayos de la aurora
de aquel granate o colorao
o aquel grosella
que la hace lucir aun más bella
y hay que ver cuando se pone en cada fiesta
cómo se balancea en sus caderas
o cuando nos regala en cada paso
el mágico encanto de sus piernas.
El fondo o pollerón de mi chotana
conoce al cardo y a la espiga,
al camino agreste y al río torrentoso,
es amigo de la milca y el fiambre,
de la tulpa, del fogón y de la lumbre,
del modesto chañe y la costumbre
de sentarse en el suelo sin afanes
al tiempo que: hila que hila, parla que parla
se alista el manjar de los gañanes.
El fondo o pollerón de mi chotana
tiene olor de fruta sazonada
es alegría de los ojos en el surco
nota de luz que guía la yuntada.
El fondo o pollerón de mi chotana
sabe de atardeceres y mañanas
y del asalto del hombre
la lujuria de sus manos incendiadas.
El fondo o pollerón de mi chotana
no es de algodón sino de lana.
Poema extraido del libro “Plenilunio II” (2007), donde también podemos encontrar “Hombres de Luz”, “Viajero”, “Mary”, “Arroyuelo”, “Del poeta a su esposa”, entre otros.
relacionado con: