Marilú Collantes Rodríguez
Los pasos de dos seres un día se encontraron,
la Magia los embargó y creyeron que se podían amar,
una melodía empezó a vibrar de sus corazones
en armonioso par, sus sueños volaron retando a la realidad.
Eran la luz del sol en pleno día.
Jugueteaban y reían con el viento.
Fuertes cual robles, prometieron enfrentar la adversidad,
y ante cualquier amenaza, a sus sueños solían llamar.
Pero al llegar el atradecer… una sombra extraña opacó la luz.
Se oscureció de pronto, y el relámpago de la indiferencia pasó.
Un haz separó las miradas, tomaron direcciones distintas,
los corazones latieron desafinados,
y los sueños despertaron de la realidad.
Se vieron los seres dispares, confundidos y asustados;
se preguntraon: ¿Qué pasó?
es la Magia… suele juguetear, se ha ido… se escuchó una voz.
Dos suspiros coincidieron en el fresco de la noche,
miraron hacia el firmamento, buscándola,
Añorando tal vez volver a verla llegar.