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¡ÑINFLAS… ÑANFLAS!

Mario Mestanza Villacorta

El establecimiento de tres estudios jurídicos en esta ciudad marca una nueva etapa en la historia judicial de Chota.

Hasta el año 1954 en Chota existía un solo abogado, primero fue el Dr. Telésforo Zuloeta y después el Dr. Oswaldo Díaz. En esos años se incrementa a seis con la llegada de los abogados: Julio Vásquez Acuña, José Gálvez Vega, Celso Becerra y Víctor Avendaño Cabrejo. Cumplido el requisito del número de abogados que exige la ley se cautivó la defensa; es decir que los juzgados en Chota no deberían dar trámite a ningún recurso que no llevara la firma de un abogado, legalmente inscrito en la Corte Superior de Cajamarca, quedando fuera del ejercicio los trámites judiciales realizados por los llamados Defensores o Agentes de Pleitos. Hasta esa época existía un solo Juez de Primera Instancia, que tenía a su cargo los juicios tanto en lo civil como en lo penal. Existía también un solo Fiscal Provincial y cinco jueces de Paz de Primera a Quinta Nominación que no necesitaba tener título de Abogado.

También existían dos escribanos de Estado y un escribano en lo Penal, además de empleados menores.

En la actualidad la justicia está en manos de dos jueces, uno en lo Civil y otro en lo Penal, dos Fiscales y un Juez de Paz Letrado que reemplaza a los jueces de Paz.

Entre los jueces que han pasado por Chota merecen recordarse por su honestidad, eficiencia y rectitud: a los doctores Incháustegui, Constantino Calonge, Paredes, Portocarrero, Alamiro Vargas; otros en cambio han dejado su cuota de descrédito al Poder Judicial.

La creación de la defensa cautiva pone fin al servicio de los agentes de pleitos o defensores sin título de abogado, despectivamente conocidos como tinterillos. Esta calificación es injusta, pues los agentes de pleitos desempeñaron un rol jurídico muy importante debido a que en la época en que actuaron en Chota existía un solo abogado, el recordado Dr. Telésforo Zuloeta, profesor por muchos años en el Colegio Nacional “San Juan”, y eran los agentes de pleitos los que forzosamente tenían que tomar la defensa de la parte contraria. Muchos de estos señores fueron ilustres conocedores de la ley, de los códigos y de los procedimientos judiciales y muy responsables. Recordamos entre ellos a los señores Leonidas Cevallos, Bernardino Guerrero (padre), Trinidad Bernal, Daniel Mestanza Morales (mi padre), Abelardo Díaz y otros. Pero también hubo de escasa preparación y poca responsabilidad y honradez. El nombre de tinterillo se debe posiblemente al hecho que algunos de ellos tenían la habilidad de enredar los juicios para alargar el proceso, sobre todo cuando comprendían que la causa la tenían perdida. Esto sucedía, como hasta hoy, por la naturaleza de nuestros códigos que se prestan para que aún los profesionales del derecho practiquen el tinterillaje, el cual me sirvió de motivo para escribir un libreto de corte cómico representado por alumnos del Colegio “Sagrado Corazón de Jesús”.

Un campesino de aspecto ingenuo fue enjuiciado penalmente por lesiones graves; su defensor ante el juzgado provincial era nada menos que el señor Leonidas C., personaje muy celebrado por sus ocurrencias. Hacía de escribano de la causa el señor Isaac A. Terminado lo actuado en el Juzgado de Chota, el campesino de apellido Pariatanta, que ya se encontraba en libertad condicional por el pago de una fuerte caución, se acercó al escribano para preguntar el estado de su juicio. Este le informó que el certificado médico y las demás pruebas estaban en su contra y era posible que sea capturado y conducido a la ciudad de Cajamarca para ser sometido a juicio oral, donde perdería la causa y sería enviado a prisión.

Asustado Pariatanta, acudió a su defensor Leonidas C., estableciéndose el siguiente diálogo:

– Buenos días don Leonidas.

– Buenas hombre, ¿vienes a pagarme lo que me restas?

– Dice el escribano que hemos perdido el juicio.

– Habrás perdido tú. Yo no. Tú tienes que pagarme lo que restas de mis honorarios y cosa concluida.

– Bueno pué, pero no me “vaste” a dejar en el peor momento.

– Yo, hijo, me las sé todas; si obedeces mi consejo y lo haces bien, te salvarás.

– ¿Y qué voy a hacer, señor?

– Cuando te presentes ante la Corte Superior de Cajamarca, pones la cara de tonto, y te haces el idiota, el loco, el estúpido.

– ¿Y qué más, señor?

– Cuando el secretario te llame: Pariatanta, tú contestas Ñinflas. A la otra pregunta tú contestas Ñanflas. Y así sigues contestando Ñinflas, Ñanflas, ¿entendido?

– Así lo voy a hacer señor.

Llegó la temida fecha del juicio oral. Pariatanta se presentó ante el tribunal de Cajamarca y de pronto se escuchó:

– ¡Que pase el acusado Pariatanta!

Este ingresó con paso taimado y vacilante, con la mirada perdida hacia arriba, la boca semiabierta y la comisura de los labios castañeteando.

– Secretario, tómele sus generales de ley al acusado.

– Acusado, diga su nombre.

– Ñinflas.

– Te pregunto, ¿cómo te llamas?

– Ñanflas.

– ¿Eres idiota o te haces?

– Ñinflas.

– Señor Presidente, el acusado parece un idiota.

– Que pase aquí el acusado.

– ¿Tú eres Pariatanta?

– Ñinflas.

– Ya, déjate de tonterías. ¿De dónde eres?

– Ñanflas.

– Tú te llamas Pariatanta o Paria-Tonto.

– Ñanflas.

– Señores del jurado, este es un tribunal, no un hospital de alienados. Su causa es leve, opino porque se le deje libre.

Pasaron los meses, Pariatanta se paseaba muy orondo por las calles de Chota. Un día se choca con su defensor el señor Leonidas y entonces:

– Hola Pariatanta.

– Ñinflas.

– Ya estás libre, ahora espero que te acerques a cancelarme lo que me restas.

– Ñanflas.

– No te hagas el tonto, ya no estás en el tribunal.

– Ñinflas.

– Déjate de vivezas y págame.

– Ñanflas…

* Esta historia, la adaptamos y la presentamos en Trujillo en una jocosa comedia, en el marco del Workshop o Concurso de Stand Turísticos de la Región Norte, donde representando a Chota competimos con provincias de todos los departamentos norteños, coadyuvando a ganar el Primer Puesto a los 8 jóvenes de la Universidad Nacional de Trujillo que nos visitaron en agosto-setiembre de 2010 y a quienes guiamos y ayudamos a realizar el Inventario Turístico del Distrito de Chota, presentado en el workshop en mención el 9 de octubre de 2010.

http://acermontania.org/culturales/248-chotanos-en-trujillo-workshop-unt

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